DUNA!!

No os acostumbréis a esto XD nueva actualización de Duna! seguimos con la historia, quería hacer una narración como esta XD a ver que os parece.

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Llegué a mi casa sin saber muy bien si lo que había pasado lo había soñado o había pasado de verdad. Abrí la puerta de mi casa y entré hacia mi habitación sin pararme en la cocina donde mi madre lavaba los platos. Dejé las cosas encima de la cama y me senté. No hacía más que darle vueltas a la cabeza. Saqué mi bloc de notas del bolso y empecé a hacer garabatos. Cuando me di cuenta estaba escribiendo en letras enormes STONETOWN.

Dios mío se me ha ido la olla ya... ¿en que narices estoy pensando? Vale que nunca me pase nada y esto sea que me pasa finalmente algo. Pero no los conozco de nada. Además no se cantar. ¡Si no canto ni en la ducha! Y mira que soy tonta que no les decía nada cuando el malentendido, bueno, es que no soy de cortar a la gente...en realidad no se decir que no, que mal. Y soy muy influenciable T_T entonces, ¿soy un cantautor? O no. ¿Cómo era eso que me ha dicho Rubén? Mañana se lo pregunto. ¿Pero que digo? Si ya he decidido que no voy. Eso es, no voy. ¿Qué pinto en una banda de música? Por cierto no les he preguntado que estilo tocan, pero viéndoles diría que punk, o música independiente. Aunque música independiente es muy genérico. Bueno que me desvío de tema. No-me- importa-que-música-toquen.

La voz de mi madre me sacó de mis pensamientos. Me llamaba para cenar y la verdad que ya tenía hambre. Me senté en la mesa y sin hablar casi empecé a cenar. El mismo tipo de pizza que comíamos todos los lunes porque mi madre salía tarde de trabajar. Acabé mis trozos de pizza y en silencio entré los platos a la cocina. Oí que mis padres murmuraban que si me pasaba algo. No hice mucho caso y me dirigí a mi habitación con una manzana entre boca y mano.
Me tiré en la cama a ver la tele para distraerme un poco de mis pensamientos y me dormí.

Al día siguiente me dirigí a casa de los chicos para decirles que no iba a formar parte de la banda. Aunque cambiaba de decisión cada dos pasos. Finalmente llegué y toqué al timbre. No me contestó nadie así que decidí sentarme en el portal y esperar a que alguno de los componentes del grupo llegara.
No pasaron ni cinco minutos cuando vi a Bassy que se acercaba por la acera. Con sus pasos despreocupados llegó hasta donde me encontraba.

- Vaya, tú por aquí.
- Sí, he venido a deciros lo que he pensado.
- Muy bien, pues si quieres vamos subiendo que los demás no creo que tarden en venir, supongo que lo querrás decir para todos ¿no?
- Bueno...si no hay más remedio…
- Anda sube – dijo aguantando la puerta para que pasara.

Llegamos arriba y entré en el piso detrás de él.

- Voy un momento a la habitación a dejar las cosas ves al comedor si quieres.

Rubén se metió en una de las habitaciones y escuché como hacía ruido buscando algo. Me acerqué a la ventana y observé que pasaba fuera. Perdí mi mirada entre la gente que paseaba despreocupada por la calle, otros caminaban apresurando el paso, incluso a una chica se le cayeron los papeles en mitad de la calle.
De pronto algo suave se deslizó delante de mis ojos impidiéndome ver.

- ¿Pero qué pasa? –dije tocando la prenda que envolvía mi cabeza.
- Shhh, déjate llevar – escuché que alguien me decía al oído.

Bajé mi brazo lentamente y noté como se ataba detrás de mi cabeza la prenda de ropa. Sentí como se acercaban sus manos a mis hombros y como me daba la vuelta despacio. Me echó hacia atrás apoyándome en la pared y se acercó a mí. Estaba arrinconada y muda, no me salía la voz. De pronto noté su aliento cerca de mi oído y un escalofrío recorrió mi cuerpo.

- Sabes Duna, desde que te vi ayer que estoy loco por ti, he pasado toda la noche deseando tenerte cerca, te he buscado en mis sueños y por fin te tengo aquí, delante de mí...

- Rubén...que dices...
- Shhhhh... - me susurró mientras me rozaba los labios con el dedo. – Se que tú también te has sentido atraída por mí.

Quitó el dedo de encima de mis labios y yo solo esperaba el siguiente movimiento. Lo notaba cerca, pero la prenda de ropa tapaba mis ojos y no veía nada. De pronto noté su mano en mi mejilla, me acariciaba.

- Tengo tantas ganas de probar esos labios que me consumo en mi deseo... - dijo Rubén susurrando.

Iba a contestar pero sin dejarme apenas abrir la boca me la cerró con un beso. Sus labios se posaron frágilmente sobre los míos que reaccionaron al instante, devolviéndole el beso. Sin la vista los demás sentidos se me agudizaban. Podía escuchar su respiración entrecortada como volvía a acercarse esta vez para acabar lo que ya había empezado... Me empezó a tocar el pelo y bajó tocándome el cuello, mientras sus labios volvían a posarse sobre los míos. Un beso tímido seguido por otro más firme. Éste ya exigía de mi colaboración, pedía permiso para entrar...Permiso que no pude procesar, desde que empezó estaba más que permitido. Su lengua buscaba la mía sin dar tregua y la mía lo complació sin hacerse de rogar. Los gestos iban endureciéndose a medida que los besos subían de intensidad, me agarró contra él y empezó a darme besos en el cuello, mientras yo me dejaba hacer. Pedí que me quitara la venda y obedeció. Allí estaba Rubén, sin camiseta dejando ver un cuerpo esbelto, perfecto...Nos miramos y nos abrazamos efusivamente.
Me dijo al oído:

- Me tienes loco Duna…Duna…DUNA!!!

Abrí los ojos y miré hacia arriba, sentada en el portal vi a Rubén que me chillaba. Al parecer me había dormido esperándolos...
¿Pero que hago soñando esto? Me puse toda roja.